viernes, 12 de agosto de 2011

Inclusión e Integración de Niños y Niñas con Barreras de Aprendizaje y Participación en la Primera Infancia (Segunda Parte)


El proceso de inclusión e integración en estos ambientes educativos no es muy diferente al del hogar, en el sentido de que de igual forma sus integrantes deben prepararse para entender la condición y acoger a la niña o al niño que la posee, tomando medidas antidiscriminatorias como: la eliminación de barreras u obstáculos, la creación y el fortalecimiento de facilitadores y la adecuación de currículos  en  caso necesario. Todas  las medidas  que se tomen  para  adaptar  los ambientes educativos a las posibilidades y necesidades de los niños y las niñas, facilitaran su participación en igualdad de condiciones y los preparará para que su recorrido por las diferentes etapas de la educación sea exitoso.

Estudios demuestran que los niños y niñas menores de seis años con una condición de discapacidad que se vinculan desde edades tempranas a un jardín infantil regular en el cual se les brinda los apoyos necesarios, potencializan sus capacidades, experimentan una menor sobreprotección haciéndolos más independientes e integrándose más fácilmente al colegio o escuela primaria.

Para los niños y niñas menores de seis (6) años con barreras de  aprendizaje y participación, existen entornos en los cuales se requiere que las condiciones de accesibilidad necesarias para su participación en los espacios recreativos, deportivos y culturales, reúnan  condiciones específicas. Lograr entornos accesibles requiere de acciones por parte de actores gubernamentales, comunitarios y familiares. Al respecto se identifican estrategias que se han venido desarrollando en nuestro país permitiendo avances importantes en la construcción de espacios incluyentes, como son: 
  • La construcción de redes de apoyo social para la atención de la situación de barreras de aprendizaje y participación que viven los niños,  las niñas y sus familias.   
  • El desarrollo de procesos de sensibilización a través de capacitaciones en foros, jornadas deportivas, culturales y muestras de habilidades.
  • La construcción y difusión de la normatividad sobre discapacidad y accesibilidad.
La meta de la inclusión e integración social es contar con una sociedad que reconozca a los niños y las niñas con barreras de aprendizaje y participación como ciudadanos con derechos, y como iguales a los demás niños y niñas pero con diferentes necesidades. Aunque en Colombia se ha avanzado en el desarrollo de estrategias para lograr contar con entornos incluyentes, esto no ha sido suficiente, pues aún existen dificultades para asegurar la inclusión o integración de los niños y niñas con discapacidad entre las que se destacan:

  • Barreras arquitectónicas que limitan o impiden que el niño o la niña con movilidad restringida se desplace autónomamente por ausencia de: rampas, corredores y puertas amplias, espacios suficientes para el desplazamiento dentro de la casa, las instituciones educativas, de salud, recreativas o culturales; barras de apoyo en las paredes de escaleras, corredores y baños, etc.
  • Barreras de comunicación que impiden a los niños y niñas con este tipo de limitación, que interactúen con las personas que los rodean. Ausencia de alternativas comunicativas como personas que conozcan y enseñen lengua de señas, tableros de comunicación, escritos en braille o con macrotipos (letra grande), entre otros.
  • Barreras actitudinales que restringen su participación en ambientes a los que los y las ayudarán en su desarrollo; las cuales se dan por desconocimiento de las posibilidades y necesidades de los niños y niñas con discapacidad, o por falsas creencias como son entre otras: que la “discapacidad” es contagiosa, que es una enfermedad, o que los niños y niñas con esta condición no pueden aprender.
  • Existen otras barreras que pueden hacer fracasar una iniciativa de inclusión, como son: que el niño o la niña con esta condición se vincule a la educación regular sin tener claridad de sus capacidades y limitaciones, que la entidad o sus funcionarios no estén preparados para atender sus necesidades y desarrollar sus capacidades.

Inclusión e Integración de Niños y Niñas con Barreras de Aprendizaje y Participación en la Primera Infancia (Primera Parte)

Cuando se habla de integración de los niños y niñas con barreras de aprendizaje y participación se debe dar a los diferentes ambientes en los que ellos viven y se desarrollan, como son: el familiar, el educativo, el recreativo y el deportivo. Tiene como base el reconocimiento y el respeto por sus derechos y diferencias, e implica compromiso y solidaridad de las demás personas que los rodean.

Se inicia en el entorno familiar a través del establecimiento de un ambiente acogedor, en el cual el niño o la niña se sientan de la familia, adquiera seguridad frente a su actuación y se vaya preparando para su participación en el medio externo.

El primer paso que debe dar la familia es la aceptación de la discapacidad y el reconocimiento de las capacidades y limitaciones de la niña o del niño, implementando los ajustes necesarios para que, en la medida de sus posibilidades, él o ella participen de este ambiente. La aceptación y el respeto por estos niños y niñas, permite que desde etapas tempranas, aprendan a reconocer como personas con capacidades, habilidades, limitaciones y lo más importante  con los mismos derechos de todos los niños o niñas.

La familia debe promover, en la medida de las posibilidades del niño o la niña, su participación en todas sus actividades personales como: alimentarse, asearse y vestirse, al igual que las actividades sociales y recreativas que desarrolla la familia. Motivar y permitir el desarrollo de diferentes actividades los ayudará a adquirir independencia y los preparará  para un desempeño efectivo en diferentes contextos. 

Un segundo entorno en el cual se debe dar la inclusión en integración es el educativo: Hogar infantil, Jardín infantil o comunitario, preescolar, escuela o cualquier otro espacio creado para tal fin.

El proceso de inclusión e integración en estos ambientes educativos no es muy diferente al del hogar, en el sentido de que de igual forma sus integrantes deben prepararse para entender la condición y acoger a la niña o al niño que la posee, tomando medidas antidiscriminatorias como: la eliminación de barreras u obstáculos, la creación y el fortalecimiento de facilitadores y la adecuación de currículos  en  caso necesario. Todas  las medidas  que se tomen  para  adaptar  los ambientes educativos a las posibilidades y necesidades de los niños y las niñas, facilitaran su participación en igualdad de condiciones y los preparará para que su recorrido por las diferentes etapas de la educación sea exitoso.


La Labor de la docencia es una Vocación


Dentro de labor de cada uno de los docentes se encuentran miles de casos a los cuales no se les podrá demostrar rechazo pues desde el mismo momento en el que decidimos interactuar desde nuestra profesión aceptamos cada uno de los retos que nos pone la vida, no se trata de decir que son casos especiales con lo cual se está excluyendo de alguna manera a los alumnos que se encuentran dentro de nuestra responsabilidad, se trata de brindar con amor y con dedicación la ayuda necesaria para que no se sientan excluidos dentro de una educación que va al ritmo de la sociedad misma, es revelador el hecho de que desde la experiencia personal se encuentran casos como el de la hiperactividad o llamado déficit de atención dentro de las aulas de clases a lo cual no le podremos dar la espalda sino que por el contrario se trata de ayudar desde la labor incluyendo a la comunidad educativa, somos los docentes los que podemos iniciar esta ardua labor desde el aula de clases, antes de continuare cabe mencionar que cada uno de los casos de exclusión que se encuentra dentro de la educación deberá tener el mismo derecho y la misma importancia para ya que sin importar cuán difícil parezca se pueda mejorar la posibilidad  educativa de la primera infancia.

Es importante elaborar desde la cotidianidad educativa espacios de integración ayudando al menor para que no sea rechazado por sus pares, también se debe cuestionar porque no el currículo educativo que promueve cada una de las instituciones ya que sin tal vez querer lo que hace es atropellar la dignidad de la niñez, bueno en fin a loquería llegar después de tanto hablar de los casos de inclusión en las aulas de clase es el primer implicado en el trabajo de interacción no sin olvidar que no es el quien se las sabe todas, como se dice sino que debe tener en cuenta un proceso evaluativo y de evolución el cual será guiado por expertos en la materia eso y que serán los que apoyen constantemente al docente.